

Vaya tiempos me han tocado para dar un pregón…
y también para ser profesor y para ser rural y para estar en la disidencia sexual, para ser como soy vamos. Primero por este calor, que no, me refiero: no sé si os estáis dando cuenta pero vuelven a articularse discursos y movimientos que parecían superados, sigue escuchándose a gente hablar de la raza, de la inferioridad de la mujer, grupos políticos que quieren obligarte a ser de una forma u otra, movimientos que se basan en el odio y la opresión a grupos de personas, llámala gente trans, llámales inmigrantes, o llámales Palestina.
Y lo estamos viendo a un solo click, podemos ver un asesinato online, una paliza, caer bombas… y mis alumnes no solo encuentran la exposición a esos casos ajenos, sino que de todas partes les llegan mensajes de: no eres suficiente, no vas a tener éxito, no merece la pena, tú no hagas caso, vota esto, no pienses. Juega a este juego, mete este dinero, ya verás qué bien… Y a la gente que vivimos en el campo igual, parece que antes éramos unos apestados o pobrecitos de nosotros y ahora de repente vienen a decirnos de fuera lo que tenemos y cómo tenemos que hacerlo, ahora lechugas no, ahora toca brócoli bimi, ahora almendros no, ahora pistachos, y bueno placas solares por todos lados y que si tienes coche para qué quieres un consultorio cerca. Todo está en declive, todo está en duda y todo está en lucha.
¿Qué está bien y qué está mal?
Porque por un lado nadie quiere quedarse atrás, y a veces lo nuevo y lo antiguo se contradicen, Recuerdo la película As Bestas en Galicia o tantos otros debates éticos se me vienen. debería yo dejar de ser trovero porque está lleno de machiruladas? ¿es vivir en un pueblo una cosa del pasado? ¿ofendo a alguien siendo como soy?
Pues ¿De qué hay que estar orgullosos?
Primero ¿Orgullo? Es una palabra bastante moderna, prefiero tirar para atrás en el estudio de las palabras. Honor y honra. En el siglo de oro español se hablaba de dos conceptos: el honor y la honra. Mientras que el honor era un concepto heredado del linaje, fuera por título nobiliario o por procedencia, la honra era una cuestión ajena al individuo. La honra podía perderse por malas lenguas o por afrentas a la persona, pero el honor se mantenía. Yo pienso que es un honor haber nacido en esta tierra, y ser homosexual.
¿Cuál es la honra que tengo que mantener? ¿Quiénes nos dicen qué es lo correcto o lo bueno? Les digo siempre a mis clases que eviten las palabras
“bueno” y “malo” en sus comentarios de texto, porque son palabras vacías. Nada es bueno o malo. Para mi abuela que me pinte las uñas es malo malísimo. Y para muchos las plantaciones de agricultura intensiva eran buenas buenísimas.
Pasa lo mismo con lo “normal”
¿Qué sería lo normal para un pueblo? Pues ya os lo digo lo que mucha gente piensa: la vulgaridad, la incultura, la desmemoria y la desaparición. Porque ahora lo “normal” es otras cosas. Es plantar un chalet en mitad del campo, o es comprarlo todo eco. O es lo normal para un hombre o es lo normal para una mujer. Su ropa, su forma de ser, su forma de hablar, de sentir…
Para mí el orgullo es un honor…Que nos quiten la honra, mientras sigamos siendo honrados con nosotres mismes, porque el honor de ser como somos, no podrá quitárnoslo nadie. Haber nacido aquí, como podríamos haber nacido en otro sitio. Y ser honrados con lo que nos ha tocado. Pero también, alejémonos de la gente que piensa que esta es “la mejor tierra del mundo”, eso se logra con las personas que la habitan.
Y por eso gracias a todo el Campillo y a quienes estáis aquí, porque es un honor. Hoy me gustaría dejar varias cosas de lo que soy, una por cada parte de mí. Y empiezo dedicándoselo a mi alumnado, que alguien hay por aquí. Primero, como profesor y como profesor de lengua y literatura, parecerá una obviedad pero: leed.
Leed porque es la única manera de que nuestra historia vaya más allá de nosotros, porque leyendo no se derriban los muros, pero se saltan y se venma través de ellos. Leed revistas, leed post de instagram, leed Mandarache,mleed los clásicos que salen en el libro, el periódico, la wikipedia, la poesía demlos influencers o los libros de tapa dura que regalaban en el kiosko. Pero leed.
Sin leer no sabríamos que Egmond de Bries ya pasó por Cartagena mucho antes que otras, sin leer no sabríamos lo que pasó en Palestina en el 48, sin leer no sabríamos que Marín, Castillo y Minero trovaban al anarquismo, a los obreros, a la república, sin leer no sabríamos cómo ponerle palabras al amor, al desamor, aunque luego las palabras nos conozcan cuando nos enamoremos y las reconozcamos con el tiempo. Leyendo sobre la historia de nosotres y de nuestros pueblos se puede conocer mejor uno mismo, su tierra, su vida. Es alargar la memoria hasta donde no llega la vida. Huyamos del “esto ha sido así de toda la vida” pues a lo mejor no, a lo mejor esto es más nuevo de lo que pensábamos o es la victoria de una lucha, o esconde detrás algo más. Y leer es el principio de la curiosidad, de la duda y por lo tanto del conocimiento.
Como cuadrillero, trovero o lo que sea que soy, tiene que ver con el leer y el consejo que doy es el que me dieron a mí: “Arrímate y aprende”.
Venimos a este mundo a vivir, sí, pero también a convivir y quizás es el prefijo más importante de la existencia. CON. convivir, compartir, compañero, concubinato, no esa no. pero también. Arrímate y aprende era lo que me decían a mí en las cuadrillas y el trovo cuando quería saber cómo hacerlo. Hoy en día creo que existe más didáctica que esa y yo mismo en talleres y clases hago que no todo sea tan difícil. Pero detrás de esa frase entiendo hoy que hay mucho. No podemos entrar como Pedro por su casa, y eso en los pueblos lo sabemos. Respetemos siempre lo que ya hay, porque nosotros no venimos a quitarle el pan, ni el sitio a nadie, venimos a hacernos el nuestro con ese honor del que antes hablábamos, venimos a sumar, venimos a crecer, venimos a disfrutar… otros quieren que el mundo exista sin nosotres, pero nosotres no, nosotres aguantamos un mundo con esos que no nos quieren y aún así vivimos y hacemos su mundo mejor.
Arrímate y aprende significa sé parte del grupo y haz lo que hacemos, pero también pon tu parte. Cuántos guiris y empresas en nuestros pueblos no han entendido nada de eso y han venido aquí a vivir su vida de espaldas al pueblo, y cuantos otros extranjeros sí lo han entendido bien y son hoy vecinos, amigos y familia. Yo me arrimo y aprendo de todo el que quiera y le pido a todos que se arrimen y aprendan y hagamos esta cuadrilla más viva, más fuerte y más feliz que nunca.
Por último, algo que el campo me ha enseñado y que todo el que está cerca de la tierra sabe. La espera. Igual que esas palabras que lees, pero puede que no reconozcas, igual que esas costumbres que vives pero que no entiendes…a todo le llega su momento. Para permanecer o para cambiar. Y porque dentro de la paciencia también está la compasión, hacia uno mismo y hacia lo que nos rodea.
Si mi abuela llevaba 70 años sin saber lo que era un gay, y yo he tardado 20 en darme cuenta que lo soy, le daré tiempo. Quizás no es el momento de que alguien salga del armario, quizás no es el momento de que te subas a una carroza, quizás no es el momento de comprar una casa o de tomar esa decisión…hay que llegar como hoy, a paso de un tractor que todo el mundo adelantaría, pero a ritmo de nuestra canción favorita, pisando fuerte y sabiendo que llegas para trabajar la tierra. En el campo esperamos a la lluvia, esperamos el sol, esperamos a las golondrinas, esperamos…pero sabemos que llega. Porque hay una confianza en nosotros mismos y en lo que somos y en lo que hacemos. Porque queda ese honor, de saber quienes somos y de dónde venimos.
Y por último, el humor.
El humor atraviesa mi vida de profesor, de cuadrillero y de pueblo. y por supuesto de maricón. Y digo maricón con el mismo humor incisivo que Miguel de Molina tuvo cuando le insultaron desde el público llamándole mariquita y el paró de cantar y dijo “mariquita no, maricón, que además suena a bóveda”. En la risa sale la pluma, en reírse con alguien está el amor, en divertirse con poco está la esencia de lo rural. Porque divertido, no es el antónimo de serio, es aburrido su contrario, se puede ser serio y divertido al mismo tiempo, ¡se debe! la letra no entra con sangre, entra con la risa y con la empatía. Viva la copla, las dragqueen, los drag kings, viva mi madre bailando Rafaella Carrá en las fiestas del pueblo, viva mi prima bromeando sobre las relaciones abiertas y mis hermanos riéndose de mi novie vegetariane, vivan los chistes malos de mi padre, viva hacer el ridículo, vivan las amistades con las que una risa lo soluciona todo. Y viva la fiesta. Porque las mejores fiestas son las de pueblo. El honor, la lectura, aprender y ser parte de algo, la risa…y volvemos donde empezamos. La lucha.
Porque hay una plaga, que no somos nosotres, es el odio, la homofobia, la transfobia, es el fascismo que con la palabra libertad quiere acallar unas cosas y permitir otras. Luchemos contra esa plaga como se cuida el campo, no con dinero ni con grandes letreros sino con nuestro ser, con nuestro cuerpo, con nuestra existencia. En Galicia los montes pertenecen a los vecinos que tengan la puerta abierta y humo en la chimenea, aquí también la tierra nos pertenece. Tengamos siempre el fuego de la lucha y la reivindicación encendido y las puertas abiertas a quien lo necesite. Me uno, como mi abuelo que día sí, día no, se colgaba la mochila de sulfatar llena del agua de la lavadora para echárselo a las chumberas contra el pulgón, a estar todos los días “sorfatando” a quien venga a decirme que no me merezco esto, que no soy válido, que no puedo existir, y a quien se atreva a decírselo a cualquier compañere trans, bi, no binarie, bollera o maricón.
Que sepan que estaremos aquí como estuvimos siempre con la fiesta, el honor, nuestro aprendizaje… y si no, paciencia, porque venceremos.
GRACIAS
