Mucho orgullo por delante

El día mundial del Orgullo LGTBI+ no es una casualidad, ni un capricho cuando todavía 11 países condenan la homosexualidad con pena de muerte y en otros con cadena perpetua. La primera generación del movimiento homosexual fue aplastada en los años 30 por el nazismo y por el estalinismo. Tras la Segunda Guerra mundial hubo progresos notables en los países Escandinavos y en algunos estados de los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo seguía la represión policial y social. El 28 de junio de 1969 en Nueva York, ante una redada policial, las personas LGTBI+ respondieron basta, lideradas por dos mujeres transexuales, Sylvia Rivera y Marsha Jhonson. Ya no se trataba de adaptarse a la sociedad, sino de transformarla, de ampliar derechos y libertades de todas las personas. Ese fue el espíritu de la Revuelta de Stonewall aquella noche. Abrir la sociedad, huir de pre-juicios y de discursos de odio.

En nuestro país salimos de la Ley de Peligrosidad Social el 26 de diciembre de 1978 y desde entonces no hemos parado de avanzar. Nada nos ha sido regalado, nada ha sido gratuito y bajo la dictadura del franquismo, fuimos perseguidas y encarceladas. No nos olvidemos, hay nostalgia de esos tiempos en la ultra-derecha y en la derechona dispuesta a pactar con el diablo. Que nadie piense que todo fue siempre igual, el presente es fruto de luchas anteriores y para asentar los derechos de las personas LGTBI+ hay que seguir estando en la calle, hay que seguir siendo visibles, hasta ser indiferentes. Son las libertades personales de toda la población las que salen beneficiadas, rechazamos prejuicios y doctrinas que siguen predicando la culpa, sea en la escuela, en los medios de comunicación y en unas infinitas redes teñidas de machismo. Hay que seguir siendo solidarias con tantas personas lgtbi perseguidas en muchos países, incluso dentro de la Unión Europea, como descaradamente ocurre en la católica Polonia y en Hungría. El movimiento LGTBI+ apuesta por una sociedad laica, democrática y respetuosa de todas las diferencias, queremos seguir avanzando por un derecho tan humano y universal como amar.

Queda mucho orgullo por delante.

Juanico

Activista y amigo Galactyco

El activismo y la defensa de las libertades comenzó mucho antes. Nuestro querido compañero, Juanico, ya lo ejerció, lo disfrutó y lo defendió para que generaciones venideras pudieramos vivir en una sociedad más libre y repetuosa. En homenaje a nuestro Juanico, y a tantas personas que como el lo dieron todo por ser felices, dedicamos, rescatado de los archivos de GALACTYCO, este artículo que el mismo escribió para la desaparecida revista CARTHAGAYNOVA, que editabamos al comienzo de nuestra andadura activista, allá por el 2008.

Un, dos, tres ¿Al escondite inglés?

1980, !Que año!. Cinco años después de la muerte del Caudillo.
Guetos, armarios, miradas, callejones, bares clandestinos: Tierra, Mami Guatta, Mezclas, Brock, Morabito.
Miradas complices en garitos modernos. Libertad contenida, pero agradecída.
Morbosas miradas e insinuaciones directas.

Dificil era amarse en esta ciudad militar en la que ellos mismos se prestaban a una promiscuidad escandalosa, en aquellos años (soy testigo).

Nuevos aires parece que llegan a nuestra ciudad.

Ha nacido un nuevo colectivo para defender nuestros derechos que no deben ser otros que los del resto del país.

No somos especiales, somos personas normales y corrientes (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales) que quieren convivir con el resto de nuestra querida ciudad de una manera natural, espontanea y ayudar al crecimiento cultural de Cartagena.

¿Por qué me tenía que esconder?
¿Por qué no podía expresar lo que sentía?
¿Por qué me miraban mal?
¿Por qué no puedo amar a quien quiera?
¿Qué daño hago?
Quiero expresar mis sentimientos. Quiero ser aceptado.
Quiero querer. Quiero amar. Quiero respeto.
Quiero sentirme bien en mi ciudad.

¡VIVA CARTAGENA Y LA MADRE QUE ME PARIÓ!

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